Gracias a la intervención y el impulso de la Biblioteca Nacional de España que, en colaboración con otras organizaciones que buscan el mismo propósito: reivindicar el trabajo literario de las mujeres que por mucho tiempo no tuvo espacio, es que tiene lugar, El día de la escritora.
La fecha elegida para esta celebración es el lunes más cercano al 15 de octubre, aniversario del fallecimiento de Teresa de Jesús, escritora española del siglo XVI, cuya obra está conformada por poemas, cantares y villancicos.
Este año, El Día de las escritoras, en su IX edición, está dedicado a: “La periferia de la periferia: mujeres que miraron al mundo rural”
Y si de mujeres que miraron al mundo rural hablamos, me viene a la mente la poeta y narradora, Rosario Castellanos, que en sus novelas Oficio de tinieblas y Balún Canán y otros textos, al hablarnos del mundo y la vida que tuvieron en suerte los indígenas en general, en la zona rural de Chiapas, da especial énfasis a la suerte de las mujeres. Pero no como suele hacerlo la Corriente indigenista, que los considera, en palabras propias de Rosario: “personajes exóticos, poéticos y buenos por ser víctimas”, sino como los muestra ella desde su muy particular punto de vista: “seres humanos absolutamente iguales a los blancos, solo que colocados en una circunstancia desfavorable”
En la novela Balún Canán (Nueve estrellas), por ejemplo, Rosario narra la vida de los chamulas: concretamente expone la guerra entre indígenas y patrones: los hacendados que desde siempre han abusado de ellos, pero sólo hasta que se dan cuenta de que son lo suficientemente fuertes para ya no permitirlo más.
Una gran parte de la novela está narrada desde el punto de vista de una niña, tal vez la que fuera Rosario Castellanos. Y junto a ella, la historia de otras mujeres y la gran desventaja en la que se encontraban frente al poderío de capataces, hacendados, patrones y, en su núcleo familiar, el padre. En fin, todos hombres ocupando un mundo en el que no cabían las mujeres, al menos no su opinión y menos su participación porque todo era heredado entre hombres y porque la mujer sólo era una propiedad más.
Y si bien es cierto que este tema, de las mujeres en desventaja, tiene que ver con el que convoca esta IX edición: La periferia de la periferia, para celebrar El día de la escritora, también lo es que tiene que ver con ellas, con las que empuñaron la pluma siempre en desventaja, pero con la convicción de ser algo más que lo que les estaba permitido, con la esperanza de que cambiara su destino, sin saber que, con ello, inspiraban a las que veníamos detrás. Tiene que ver con las que escribieron a contracorriente, y que, pese a ya no estar presentes, siguen vivas en sus palabras y a través de quienes las leemos y las recordamos, en especial, en un día como hoy, Día de la escritora.